Saturday, December 21, 2013

escalando en Riglos...


...o la maldición de las bravas patatas
"El plan es que no hay plan. O apenas". Bueno, digamos que lo justo... Aun así, el equipo venía para Noviembre con ganas de escalar.

desde la R2 de Mosquitos, el pueblo y las numerosas cordadas.

Y a lo mejor, aunque solo se trate de una mitad del equipo, con ciertas expectativas. De estas – relativamente peligrosas al final – que te hacen pensar de antemano que hará buen tiempo, solecito calentito pero con aire, para poder escalar y disfrutar a todas horas del día sin tener que enfrentarte con la realidad de que al fin y al cabo es invierno. je je! Uno se lo guisa y luego, pues, se lo come...


Ya se habló - o se hablará en próximo post, o tal vez no - de las circunstancias meteorológicas en el Montsant y del estratégico repliegue (despliegue? re-despliegue? re-que-te-despliegue-che?) hacia Aragón y la casita encantada de M., M.-C. y el peque U.... Llegamos pasados por agua y un poco desesperados por los días en el Montsant, a mirar la lluvia por la ventana de la furgo. A cruzarnos en las 3 calles y los 2 bares de Cornudella con escaladores mojados, la mirada ausente y una sensación de compartir todos este mismo hormigueo en las piernas, como el Border Collie que mira por la ventana del C15 el rebaño de ovejas corriendo por allí, sin que le dejen salir a por ellas. Así que al final compramos una garrafa de 5 litros de vino D.O. Montsant, fuimos a casa de M. y no marchamos de allí hasta haberlo bebido todo. Asombroso lo poco que nos duró. Estuvimos allí unos días, disfrutando de la linda compañía, la calma y las vistas al Pirineo aragonés. Con el Monte Perdido y el Posets blanquísimos y serenos reinando en el fondo del patio.
Selgua y las vistas al Pirineo desde el patio: espectaculares!
Eso sí, en Selgua casi te olvidas de que estas a unos grados bajo cero y a finales de noviembre: a las 6 de la tarde, como si fuese agosto, aun te asaltan los mosquitos! Procuramos implicarnos en la vida domestica de la casita, aplicando a la letra el viejo dicho: "si no puedes ayudar, molesta: lo importante es participar". Cocinamos, hicimos alguna que otra obra, manualidades varias de las que ya se hablará en breve, con fotos y no sin cierto orgullo y fuimos con M. - que tenía tanto mono como nosotros - a escalar deportiva en Olvena. Se trata de un pequeño sector bastante confidencial con orientación al sur, a unos 20km de casa y una gran, pero muy gran, ventaja: la aproximación es bien cortita! Una vez aparcas, puedes asegurar al escalador prácticamente sin moverte del asiento. Desde las 10 de la mañana el sol calienta la roca y las poco más de 20 vías del sector, todas entre 6a y 7a+, nos dan para calentar, apretar, sufrir, cansarnos y rematarnos. En 4 sesiones quedo el sector limpio, solo faltando 2 por encadenar. Aun así, y mas aun con el cuerpo re-acostumbrándose de a poco a trepar por la roca, algo de ganas había de hacer larga. Aprovechamos el buen tiempo para escaparnos un poco más al Oeste, hacia Huesca, Ayerbe y finalmente Riglos. Llegamos allá Riglos de noche, para cenar y dormir, así que tuvimos el placer de descubrir las siluetas de los Mallos al salir de la furgo a la mañana siguiente.
desayunando en Riglos, con frío pero con vistas!
Abrimo un ojo, tomamo un cafecico con galletas, mientras el sol nos fue descubriendo poco a poco sus siluetas, calentando lentamente roca, aire y cuerpos. Luego, paseamos por el pueblo y las afueras, entramos al refugio para tomar algo y ojear las reseñas en búsqueda de alguna cosilla fácil y segura para los próximos días. Y ya que enchufábamos el ordenador y nos tirábamos 3 horas leyendo la guía, se nos ocurrió pedir patatas bravas pa' picar... Error que pagamos bien caro cuando, a los 40 minutos, nada mas entrar en la furgo, nos agarró un dolor de barriga con nausea que no nos dejó hasta la mañana siguiente para Eila y hasta pasadas 24 horas para mí. Black-out de un día, en el que no salimos prácticamente de la cama.

No insistiré demasiado con el tema vómitos y fiebre, ni sobre la conversación que Wallis tuvo con los del Refu: no es plan de darles mala publicidad… Pero una vez acabada la peli "Las bravas asesinas o el ataque del aceite de motor y de la mayonesa muerta", salimos pálidos y con frío a probar una vía cortita y fácil al Mallo colorado: Carla, V+, 135m. El principal y mayor reto fue controlar nuestros intestinos durante 4 largos, y disfrutar de la escalada a pesar de cerito grado de... tensión.
la Visera (a la izquierda) y el Mallo colorado (en le centro).



Por lo demás, una vía sencilla y agradable, mucho canto y unas vistas hermosas a los hermanos mallo-res! Ja ja ja (y a patentar el juego de palabras ya!). Al acabar la vía, nos dimos el paseo conocido como El camino del cielo, que rodea los Mallos grandes y vuelve al pueblo por el hermoso Circo de verano. Fue un bonito día para recuperarnos, tomar el sol y descubrir la escalada local.


Tal vez nos tendríamos que haber quedado con esto, y no probar la suerte nuevamente. El diablo sabe más por viejo que por sabio, dicen. También recuerdo que se solía decir en mi familia, cuando mis abuelos: "le mieux est l'ennemi du bien". Algo como "mejor es enemigo de bien". Pero llegamos al pueblo y entramos al Refu otra vez, para buscar una vía para el día siguiente.

la pared central desde el pueblo de Riglos.
Enchufamos el ordenador, pedimos dos aguas con gas y la guía de reseñas. Nos sentimos culpables y abusones otra vez, así que al cabo de un rato, decidimos "darles una segunda oportunidad". Sí, lo sé. Somos así de felices! Les pedimos 2 menús del día para cenar. Aquí puede sea útil decir que bajamos a -7°C las noches anteriores, que se duerme muy bien y se esta muy a gusto en la furgo (y eso a pesar de los disturbios digestivos anteriormente mencionados), pero que aun así - y en nuestra defensa - estar una horita más en un local calentito, con estufa y comida preparada, es un lujo difícil de resistir. Entonces, nos dieron "patatas asesinas 2, el retorno", esta vez con miembros de pollo muerto nadando en aceite de motor. En cuanto a las patatas, pues iguales de mal descongeladas, iguales de bravas, iguales de bañadas en aceite de motor. Solo comimos el arroz de primero y el pollo que intentamos secar un poco con esponjitas de miga de pan. Hélàs! A las 2 horas, lo tuvimos que sacar todo... Otra vez? Pues si, otra vez. No se trata de andar por el mundo acusando al prójimo, pero algo pasa con el aceite de motor y/o con los congeladores del refugio de Riglos. Perdón por dejarlo aquí por escrito ; asumo que no tanta gente me lo leerá y que quien lo lea no lo tendrá en cuenta a la hora de entrar allí...

En fin…  
leave no trace: más que una regla, un estilo de vida...
Por suerte, el border collie hambriento de la furgo de al lado se lo pasó en grande comiendo y relamiendo todo lo que "dejamos" fuera durante la noche, así que con tan solo echar un poco a la mañana siguiente, el parking quedó inmaculado. Et hop!

09:30 - frío y mandra a pie de vía...
Allí estábamos: mañana del cuarto día, un frío tremendo, un buen viento de Norte y por primera vez, un día algo tapado. Subimos hasta el Mallo la Visera, cuyo desplome protege de la lluvia y cuyas vías tenían que estar bastante menos expuestas al viento que las del Mallo pisón (ya que teníamos pensada la normal al Puro). Nuestro nuevo objetivo entonces era la famosa Mosquitos, 6b, 250m. Una línea lógica que busca dos sistemas de fisuras y diedros, cruzando la pared de izquierda a derecha para finalmente escapar el desplome de la cima por la derecha y salir en la cima en 8 largos.

Es una vía hermosa, siempre con canto pero sostenida. y equipada pero sin exceso. Traducción: pasamos (un poco de) miedo! Eso sí, no se puede negar: hay canto. Pero por lo demás, este conglomerado parece que se te va a quedar en la mano a la primera, las chapas no alejan pero tampoco quedan cerca y hay un patio de la ostia!


la linea de Mosquitos: 6b, 250m.
La vía empieza con dos largos de V+ y 6a en fisuras que escupen para calentar los ante-brazos. Nada de otro mundo  pero algún que otro pasito u otra panzota  Luego, un par de largos muy fáciles, otro V+ y finalmente un sexto largo de 6a que sale de una fisura para pasar a una plaquita en lateral. Una serie de pasos que desploman, bien expuestos e impresionantes, para llegar a un pedazo de repisa llamada el Trono. Aquí, caer no es una opción - menos que nunca. Este largo, sí que me dio iuiu... Desde el Trono, si no se quiere escapar por un rapel cortito y una grimpada de III+, sale el largo de 6b. el peor 6b que haya visto hasta la fecha. Corto pero bastante horrible, bien protegido pero bien bien cerdo.

Pequeño gran momento de desesperación para chapar la ultima antes de la reunión. Tuve que sacar una vaga pa subir el pie, tirar de todo lo que encontré, los brazos petaos, volando 3 veces para poder chapar y salir del largo! Por suerte, nadie me vio, solo se escucharon gritos y se asustaron un par o tres de buitres. De allí, salida fácil a la cima, donde nos esperaba el viento del Norte, con toda la mala ostia que había ido acumulando a lo largo del día. Nos valió una bajada épica y algo errática por el Circo de Verano, casi casi inventamos la "Directísima al pueblo sin pasar por el camino". Por suerte, los 2 montañeros que llevamos dentro hicieron una gran labor de navegación off-road y llegamos sanos y salvos, eso si con la puesta del sol! En resumen, mucho optimismo para un día de convalecencia y una aventura con A mayúscula. Pa' repetir con un poco más de pila, pero dentro de un rato.

Wallis en la R7, con las bonitas vistas…
En otras palabras: nada mas llegar al parking cogimos la furgo y nos fuimos para Loarre a regatear una ducha en el camping, cocinar pasta rica con sofrito de tomate y atúng de lata - de estas que te saben a gloria - y dormir al lado del castillo. Eso fue un sábado, día 30 de noviembre. Y con esto terminó nuestro primer mes en la carretera. Lo que ocurrió antes seguramente vendrá después, mientras vayamos sacando fotos y recuerdos del gran baúl. Estamos muy bien, hoy en el sur de Francia en casa de mi hermana y queda mucho por contar hasta llegar al aquí y al ahora. Entonces, continuará…



Allez, un par de fotos más pa terminar:


1- Una primera chapa bastante “original” para empezar el segundo largo: nada mejor para dar buen rollete y tomarle confianza al terreno. Y eso que el siguiente parabolt no esta muy lejos, pero tampoco muy cerca. Je je je!


2- El penúltimo largo (el famoso 6b cerdo) visto desde el Trono y la sexta reunión. Arriba de todo se ve la pareja de vascos saliendo del desplome final de "Zulu demente", 7a+. En el Trono, antes de atacar, un graffiti dice algo como "desde aquí, suerte troncos!"...




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